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Mi buhardilla. Palabras, reflexiones, sentimientos...

Jaén en buena vía. Verde, por supuesto. (Celebrando los 25.000 números de DIARIO JAÉN)

Jaén en buena vía. Verde, por supuesto.  (Celebrando los 25.000 números de DIARIO JAÉN)

 

Nuestro aceite, fruto del esfuerzo y el sudor, como canta  la copla, necesitaba un cauce de expansión para distribuir sus bondades por el mundo. Y ahí estaba el ferrocarril, ese “tren del aceite” de la línea de Jaén a Campo Real que servía de ligazón de nuestra tierra con el puerto de Cádiz o el de Málaga.

Aquella vía, surcada de viaductos, túneles y estaciones de peculiar encanto vistas con un soplo de mirada nostálgica llegó en 1893 a Jaén en un circuito por Torredelcampo, Torredonjimeno, Martos, Vado-Jaén y Alcaudete hasta llegar a tierras cordobesas. Los vetustos vagones acarreaban también la metalurgia pesada de Linares y productos alimenticios de la provincia pero su auge se fue apagando poco a poco y en los  años sesenta se estudió su cierre. El final no llegó  hasta mediados de los ochenta pero no sería una muerte definitiva. En 2001,  cuan vía fénix, apareció de nuevo en las cartografías con un nuevo, fresco, ecológico e impetuoso nombre: Vía verde del aceite.

Discurrir por ella es verse inmerso en una de las  pinceladas que modelaron nuestra historia reciente amen de un excelente método de poner en forma cuerpos y hasta espíritus. Dejar que el aire se entremezcle –antes de inundar nuestros pulmones a golpe de pedal- con los artísticos enrejados metálicos que un día saludaron el paso galopante de las viejas locomotoras es un verdadero placer lejos ya del beso envenado de la vieja carbonilla que soplaba saludos ardientes a su paso.

Veremos canteras abandonadas, túneles como el del Caballico, casetas, cargaderos y viejas señales que siguen conduciéndonos pero, sobre todo, descubriremos que Jaén no solo tiene irisaciones de color verde oliva. Su color también es verde ecológico, verde naturaleza, verde esperanza en alcanzar nuevas metas. Todos los túneles terminan y sabemos que tras ellos está la luz. Nuestra luz. Nuestro futuro.

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