Nuestra pequeña cultura jaenera.
Leí hace poco una opinión que aseguraba que las palabras Jaén y cultura rara vez se encontraban en una misma frase. Venía a colación por una pequeña muestra de teatro, o quizá de un pequeño ciclo de cine. Tal vez se trataba de una pequeña exposición. Es extraño pero todas las actividades que podrían cuadrar con el adjetivo “cultural” llevan de apellido “pequeña”. Las giras de las compañías de renombre rara vez recalan en nuestro Infanta Leonor. Ya no tenemos cines de cierta enjundia. Los museos adolecen de esa inercia que los mantiene abiertos pero sin actividades que generen expectación. Los sistemas de venta online de entradas tienen oxidado el nombre de JAÉN.
Todo lo que suena a cultura en nuestra ciudad es pequeño. Por eso interesa que las semillas de otro futuro –que también es posible- florezcan tanto en los espíritus de los actores como en el de los espectadores; tanto en de los distribuidores como en el de los organizadores locales.
En mitad de este desolador panorama recibo un mensaje de un antiguo alumno, Juan Antonio Gómez Arroyo, que me dice que en él germinó el duende del teatro tras las aventurillas que hicimos en los heroicos tiempos colegiales. Una representación del “Romancillo del Mio Cid”, escrita por mí en noches insomnes, le animó posteriormente a darse en cuerpo y alma al escenario y por ahí lo tenemos en la Asociación PASSO dirigiendo el grupo de teatro y atreviéndose con los clásicos cercanos como Federico.
Ese es el espíritu. Desde abajo, con movimientos vecinales, con grupos de aficionados que levanten las banderas de la cultura popular, con las campañas de LA PACA haciendo espectadores desde la tierna infancia escolar, con los maestros y maestras que se desgañitan ensayando obras que luego serán presa de los objetivos de las cámaras de los abuelos y papás.
Jaén tiene que cambiar poco a poco el adjetivo “pequeño” por el de “grande”. Si nosotros no fuimos capaces de levantar el telón cultural adecuadamente, los que vienen detrás lo harán. Estoy seguro. Ánimo, Juan Antonio. La representación va a comenzar.
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