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Mi buhardilla. Palabras, reflexiones, sentimientos...

Páginas que sueñan. (Feria del Libro de Jaén 2.013)

Páginas que sueñan. (Feria del Libro de Jaén 2.013)

 Alguien cantaba en los albores del tiempo que España olía a pueblo, a cine de verano, a gritos en el ruedo, a copita de vino, a aceituna machacada, a donjuanes de bar… Pero España no olía a libro recién abierto, a lectura pausada, a sueño de papel. No parece que haya cambiado mucho el aroma de nuestro hogar patrio desde aquellos ingenuos acordes del cantaor de turno. Ignoro la afluencia que tendrá la Biblioteca del Congreso, pero me da por pensar que será menor que la ese bar de los cubatillas de oferta que ahora puebla los telediarios.

Desconozco si se producen macromaratones lectores, pero supongo que nada tendrán que ver con los “botellones” de bolsa rellenable y pis en aspersión de cualquier madrugada allende los suburbios. Cierto miedo me da repasar las estadísticas sobre lectura en España. En realidad, pavor. ¿Qué podemos esperar de quienes, a mucha honra, proclaman que nunca leen un libro? ¿Qué le espera a esta civilización chiquita y mezquina que huye del papel salvo que tenga impresa una cifra en euros?

Los índices de lectura caen a ritmos superiores a los del desempleo pero nadie levanta su voz para proponer soluciones. En realidad, las líneas rojas traspasaron tiempo ha el subsuelo de nuestro propio desarrollo y los borbotones de nueva savia infanto-adolescente no siempre son capaces de producir la efervescencia necesaria que nos haga volar por encima de las páginas de los libros que nos harán libres. Leed, leed, dicen algunos casi cayendo en los peligros del imperativo. Pero su semilla rebota en suelo estéril.

Hay libros que suplican lectores; páginas que lloran de inanición; párrafos que necesitan la lágrima alegre del lector que los aúne; portadas que desearían ser rústicas y abandonar su rígido cartoné para atraer, descaradas quizá, las ávidas pupilas de quien todo lo busca… Hay Ferias de Libro, como la que ahora gotea por nuestras calles jaeneras, que quizá necesitan de oxígeno, nitrógeno y argón –Mecano dixit- que insuflen alma, aire, luz a los lectores que vagan y desean.

Ayer soñé que era aire y que necesitaba pasar más páginas con mi soplo. Ayer soñé que era un libro por leer. Ayer soñé que leía y desperté.

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